miércoles, 2 de junio de 2010

MOVIMIENTO CLUBISTA Y DESARROLLO DEPORTIVO

MOVIMIENTO CLUBISTA Y DESAROLLO DEPORTIVO EN EL URUGUAY

ENSAYO

Prof. Carlos Arias Prof. Matilde Reisch
Setiembre 2003

INDICE
El Club: una institución inglesa Pag. 3

Nace el club deportivo nacional Pag. 4

La Plaza de Deportes: una institución uruguaya Pag. 5

Un sistema educativo intelectualista que favoreció
La trascendencia del clubismo Pag. 6

Un Ministerio sin ideas claras Pag. 6

La red clubista Pag. 7

Las transformaciones de los años 60 Pag. 8

¿Declinación de los clubes? Pag. 9

Perfil del club deportivo uruguayo Pag. 10

Surgen los emprendimientos privados Pag. 11

Diversidad de clubes Pag. 14

Potencialidad de la red clubista: una propuesta Pag. 14

El presente documento es la actualización de
“El Club Deportivo y el Deporte Nacional”que
fuera elaborado en la Comisión de Deportes de
la Intendencia Municipal de Montevideo, durante
la Administración Vázquez, como respaldo
doctrinario a la actuación y toma de decisiones de
su personal superior. Fue redactado por los Prof.
Carlos Arias y Matilde Reisch.


EL CLUB: UNA INSTITUCIÓN INGLESA
El deporte moderno es una institución inherente a las sociedades contemporáneas, que no serían tales sin el hecho deportivo incorporado a su composición.
La evolución de la organización social ha planteado al quehacer deportivo como una necesidad individual y social de estas comunidades. Ocurre que en la sociedad pre-industrial el tiempo de trabajo y el tiempo de recreo se confunden. La revolución industrial estableció claramente una diferencia entre el tiempo de trabajo y el tiempo de recreo. El tiempo de recreo apareció en términos de compensación.
Debió ser conquistado por los sectores sociales, que no lo usufructuaban.
El tiempo de recreo actuaría como factor desalienante y de ese tiempo, actualmente, el deporte ocupa un espacio significativo.
Valorizado como necesidad social e individual, la evolución de la organización social, ha concedido al deporte, cuando está incorporado a la educación física, el carácter de un derecho de los individuos.
El deporte existe desde la antigüedad clásica, pero el deporte moderno cargado de instituciones, parámetros organizativos, y de multiplicidad de roles nítidos y sin significación religiosa, es propio de Inglaterra, cuna de la Revolución Industrial.
Su particular evolución política la alejó tempranamente del absolutismo, con una precoz proclividad al parlamentarismo, lo que favoreció los procesos paradeportivos, a lo que coadyudó también su arraigada estirpe protestante.
El hombre juega desde que es hombre; impelido por la revolución industrial transforma el juego y el deporte primitivo en el deporte moderno. Éste va a ir sumando connotaciones a lo largo de su crecimiento y alejándose de aquellos a partir de la segunda mitad del XIX..
Los reinos británicos constituidos en imperio, penetran con su cultura en los cinco continentes difundiendo el fenómeno, que tendrá en algunos lugares mas receptividad que en otros, según sea el estado de industrialización o de organización política y social de éstos.
No habría sido posible la expansión que tuvo el fenómeno deportivo, si no llevara en sus entrañas un código de honor y un compromiso tácito previo, entre los que van a practicar sus diversas modalidades. Si no hubiera un acuerdo anticipado sobre las reglas de juego y su acatamiento entre los eventuales contendientes.
Ese sentido de la honorabilidad que hace posible la confrontación deportiva y que proviene de las lides entre caballeros de la Edad Media, fue recogida por el sportman inglés que la incorpora a la práctica deportiva con el nombre de fair play. Es un legado más de los ingleses junto a la institucionalización deportiva. Institucionalización que en general, significó una humanización de los deportes.
Una de las instituciones fundamentales de esta creación inglesa y que fuera transferido al resto del mundo, es el club.
El club, que nace en Inglaterra antes del siglo XIX, el siglo en el que aparece el deporte moderno, es una asociación de personas libremente agrupadas por intereses y objetivos comunes. El club es anterior al club deportivo Cuando aquellos intereses y objetivos son deportivos, se trata de un club deportivo.
Los primeros clubes deportivos que surgen son fundados con carácter restrictivo por los aristócratas ingleses, el Royal and Ancient Golf Club en 1754 y el Marylebone Cricket Club en 1788.

NACE EL CLUB DEPORTIVO NACIONAL

El Uruguay accede a la modernidad deportiva, adelantándose a la mayoría de las naciones del mundo, en virtud de:
• su organización política, democrática y participativa
• su legislación social de vanguardia
• su economía con períodos de prosperidad y preocupación distributiva
• su adelantado sistema educativo y de buena cobertura para la época
• sus elites intelectuales de avanzado pensamiento universalista
• su territorio fue asiento de una abrumadora correntada inmigratoria europea
• la determinante presencia inglesa en la segunda mitad del siglo XIX y principios del XX

Estos factores fueron los más importantes para la configuración de las bases de un precoz y singular movimiento deportivo y de un original sistema de educación física, ambos hechos también signos de modernidad.
También en el Uruguay el club deportivo nace en el siglo XIX acogiendo generosa y lúcidamente la herencia inglesa. De 1861 data el primer club inglés en el Uruguay, Montevideo Cricket Club, anunciando la modernidad general del país, y particularmente la del área deportiva.
El Uruguay se adelanta a la mayoría de los países del mundo en nacionalizar esta institución. Ya en el siglo XX, el club, que nació en los estratos mas favorecidos, y ya nacionalizado se populariza llegando a las capas mas humildes.

En el Uruguay, país de formación relativamente reciente, despoblado desde siempre, de producción agropecuaria extensiva, el valor de la tierra difería del de las encarecidas, disputadas y superpobladas comarcas europeas de principio del siglo XX.
Por eso su clase política no tuvo mayores problemas cuando tempranamente llegó la hora del deporte y hubo que ceder tierras para su práctica. Los gobiernos batllistas fueron generosos con el clubismo, alentando su desarrollo y expansión. El clubismo es gente organizada y que participa, lo que conciliaba con los propósitos del batllismo, del ciudadano participativo a través de los clubes de seccional. Decía El Día del 4 de marzo de 1913 explicando el porqué el obrero debía ser un ciudadano: “... estar en condiciones de ...ejercer sus derechos. Debe tener tiempo pues, para ilustrarse, para estudiar los problemas sociales en que tienen tanto interés como un intelectual, para ejercer ampliamente su función de hombre en una democracia de verdad”.
Con el propósito de lograr una masificación de la vida política y conseguir ciudadanos aptos para la militancia cívica el batllismo creó los clubes seccionales. Cada sección juridiccional en Montevideo, por lo menos, tenía su club que fueron un importante instrumento de concientización y participación.
Esta estrategia que Batlle tenía perfectamente organizada y materializada desde su segundo gobierno, seguramente alentó a la ciudadanía a constituirse también en clubes deportivos, contribuyendo así a esa formidable expansión que éstos van a tener en la primera mitad del siglo XX, y que va a constituir una de los rasgos característicos del paisaje urbano de Montevideo y del movimiento deportivo nacional.
A partir de los años 30, se manifiesta en la República una crisis estructural por el agotamiento del proyecto de país. También incidieron factores internacionales, y a consecuencia de ambos, de los factores exógenos y endógenos, se produce un lento desflecamiento del modelo de educación física, con asiento en las plazas de deportes, que hace erupción a fines de la década del 50.




LA PLAZA DE DEPORTES: UNA INSTITUCIÓN URUGUAYA

La creación en 1911 de la Comisión Nacional de Educación Física (CNEF), organismo rector del deporte y la educación física, fue un hecho político de vanguardia, que respondía indudablemente a un movimiento deportivo en gestación y crecimiento acelerado. Había 110 clubes en 1900, en clara demostración del proceso de popularización señalado.
La institución clave a través de la cual la CNEF desarrollará su tarea de difusión, promoción y formación deportiva, como así también de educación física será la plaza de deportes, una experiencia traída y concebida por técnicos norteamericanos, trazada en los Estados Unidos sobre una praxis inglesa y alemana con aportes recreativos americanos. Las plazas se adaptarán cómodamente a la sociedad oriental, en tanto parecen no haber funcionado en algunas ciudades de países vecinos.
Las plazas imposibilitadas por su naturaleza de acceder a la competición deportiva formal, ya que la resolución de la CNEF de 1918 les impide la competencia formal, serán uno de los motores que alimentará vigorosamente la extensión de la red clubista (mas de 1.500 clubes en Montevideo y otros tantos en el Interior, aproximadamente en los años 80). Este nivel cuantitativo clubista hace de la cantidad otra de las singularidades del movimiento deportivo del Uruguay. Conste que estas cifras corresponden a clubes registrados oficialmente. En la década del 40 y del 50 fueron muchos mas, si tenemos en cuenta los de existencia fugaz y sin constitución estatutaria.
Las plazas al no competir fueron perdiendo a los deportistas más aptos y también perdieron el “voluntariado” deportivo, el cual se volcó a los planteles directrices de los clubes, muchos de ellos hijos de las plazas, lo cual coadyuvó a la pérdida de cogestión en la plaza y facilitó la autogestión en los clubes.
A partir de los años 60, los cambios de hábitos que impone el consumismo y el marketing deportivo junto al deterioro de la función pública, y la falta de apoyo material desde un Estado cada vez más empobrecido, fueron dejando a las plazas obsoletas y prácticamente irrecuperables.


UN SISTEMA EDUCATIVO INTELECTUALISTA QUE FAVORECIO LA TRANSCENDENCIA DEL CLUBISMO

El sistema educativo que en otros países es la base de la educación física nacional y del desarrollo deportivo y también en muchos casos ocupa un espacio importante en el deporte de competición de alto nivel, no fue determinante en el Uruguay, siendo durante décadas tanto en la teoría como en la praxis educativa de perfil intelectualista. Salvo en algunas modalidades deportivas muy puntuales (atletismo, p. ej.), su contribución al movimiento deportivo fue indirecta. Alentó al deporte como postura intelectual, pero no en los hechos.
Basta como ejemplo, que el 85% o más de los liceos capitalinos carecen de instalaciones deportivas adecuadas para la práctica del deporte y la educación física, y la infraestructura deportiva del restante tiene graves problemas de mantenimiento; en primaria la situación es todavía peor en tanto se atiende precariamente el 10% de las escuelas, y las que tienen instalaciones deportivas son mínimas
En los últimos años se constata una mayor cobertura por la enseñanza privada que ha mejorado los servicios de educación física y deporte, con compromiso incluso en el deporte de alto nivel (handball, hockey sobre césped, gimnasia deportiva, rugby, etc). Esta tendencia a la privatización de la enseñanza no es propicia, desde una visión macro, para un proyecto de país, sobre todo si se tiene en cuenta la experiencia formidable de la enseñanza del hanball en la enseñanza pública.
A nivel terciario, las manifestaciones deportivas son voluntarias, de extensión exigua y no pertenecen al sistema formal. Por lo tanto se puede hablar de una educación física formalmente inexistente. La Liga Universitaria de Deportes es una vía no siempre universitaria y un instrumento no formal.
Esta actitud prescindente del sistema educativo favoreció la expansión el clubismo en el Uruguay

UN MINISTERIO SIN IDEAS CLARAS

El centralismo de la vieja CNEF, ayer necesario, es hoy inoperante y anacrónico y tuvo por víctimas los gobiernos locales, que son en el mundo los de mayor significación en el deporte comunitario. Los gobiernos locales carecen de aparato, vocación y recursos humanos y materiales para atender el área. Alcanza con mirar hacia adentro de las Intendencias para comprobar que no obstante los meritorios logros materializados recientemente, las abrumadoras carencias e insuficiencias de recursos humanos y materiales son insuperables e inducen a la aplicación de otras vías indirectas para satisfacer las necesidades deportivas de la comunidad.
Desde el agotamiento del modelo sobre la base de las Plazas de Deportes el Organismo Rector nunca tuvo ideas claras para cumplir su finalidad. Se condujo anárquicamente asistiendo precariamente tanto a sus Plazas como al sistema educativo, como a la red clubista, como al Consejo del Niño, a las Penitenciarías, y a las más diversas instituciones sociales.
Tal vez privilegió, si se puede aplicar éste término, lo que resultaba irritativo para sus cuadros docentes: al sistema de clubes y federaciones, lo que implicaba mayor retorno político.
Esta actitud del Organismo por objetivos de corto alcance y no de planificación a largo plazo de la finalidad deportiva, propició la expansión de la red clubista.


LA RED CLUBISTA

Se puede afirmar que el deporte en nuestro país, de realizaciones poco creíbles en la primera mitad del siglo XX, fue posible gracias a la existencia y acción de la red clubista. Cabe señalar aquí, que ésta red pudo expandirse por el apoyo de los gobiernos departamentales y nacionales, que intuitivamente favorecieron esta expansión.
Este consistió básicamente en la cesión de predios, inversiones en infraestructura y equipamiento y exoneraciones de tributos, aunque con carencia de planeamiento, sin exigencias de retorno y sin controles.
En caso de dar vuelta la página y anular esta opción hecha por el clubismo deportivo, habría que implementar (con dudoso resultado) y en una realidad económica que impone enormes limitaciones, con recursos humanos y materiales a las escuelas, liceos y escuelas industriales, en caso de hacer una opción por el sistema educativo. O reciclar las plazas y multiplicarlas, si se optara por ellas. Gigantesca y utópica opción que pasa por cifras siderales.
Probablemente sin intenciones de largo alcance el Estado hizo la opción por los clubes
y éstos se multiplicaron desde la potencialidad vecinal, especialmente entre los años 30 y 50, hasta convertirse en una de las características urbanas de Montevideo y configurándose en una de sus identidades. Los clubes se posicionaron como entidades dinámicas propias de una población lúcida, alfabetizada, consciente de sus derechos y de sus posibilidades como colectividad.
Por ese tiempo, los clubes, nacidos por y para la confrontación deportiva entre grupos de amigos en el esplendor de la juventud, empezaron a llevar la competición deportiva a niveles “inferiores” para poder nutrir mejor sus planteles “superiores”. Comenzó a generarse así la competición de diferentes categorías, juveniles y menores en un proceso progresivo y cada vez más específico. A partir de ese momento también fue responsabilidad de los clubes la “formación deportiva básica”, que anteriormente era espontánea e informal.
También los clubes empezaron a abrir espacios deportivos para la mujer.
El Uruguay, que ya había hecho una avanzada con la implantación de las plazas de deporte, hizo también en el primer tercio del siglo XX, en el furor de la intención estatizadora del batllismo, una transferencia intuitiva hacia el movimiento clubista.
En primer lugar, con ella contribuyó a la consolidación de la autonomía que debe tener el movimiento deportivo federado, realizando los clubes la función que no podía ni debía realizar el Estado, en materia de competición deportiva.
En segundo lugar, con esa transferencia potenció al voluntariado deportivo, del cual era un vocacional el Uruguay batllista y que será un rol social determinante. El movimiento clubista fue autogestionario por excelencia, merced a ese voluntariado.











LAS TRANSFORMACIONES DE LOS AÑOS 60

Las transformaciones profundas de los años 60 del movimiento deportivo mundial, se manifestaron en descomunales escenarios, fastuosos espectáculos, eventos de dimensión planetaria y en un profesionalismo delirante. A esto se debe agregar el impacto masificador de los modernos medios de comunicación, el acople de la publicidad y la incidencia de la poderosa industria deportiva, todo lo cual le dio al fenómeno una estatura gigantesca. El deporte marcará la sociedad el siglo XX significativamente.
Como contrapartida el deporte se empezó a despegar de lo lúdico, imponiéndose el deportista de profesión, especialista, frente al anterior ciudadano, poli deportivo que tenía el sport como una simple afición.
La revolución científico tecnológica cambió radicalmente los conceptos de infraestructura deportiva y de implementación deportiva. Las ciencias aplicadas catapultaron las performances.
La tecnología generó además nuevos deportes, y también nuevos roles deportivos asociados a esta expansión. La igualdad y la cercanía deportiva entre las naciones de la primera mitad de siglo, es pulverizada por la antinomia desarrollo-subdesarrollo. Uruguay deportivamente estaba muy próximo al primer mundo en 1930. Hoy día esa distancia con el primer mundo es insalvable.
Afirmado en el factor salud se da a nivel universal un boom de la educación física, también en los años 60. Para satisfacer esa demanda se crea un ofrecimiento sobre nuevos parámetros y técnicas e implementación mas sofisticada. Los clubes no estaban preparados para las nuevas exigencias, pero eran los únicos que podían abordar esta nueva realidad, por cuanto no había llegado al mercado la empresa privada
Los clubes de clase media y clase media alta, fueron los que respondieron a este reclamo de servicios modernos realizando ampliaciones edilicias con esa finalidad, persiguiendo en última instancia como objetivo financiar el deporte de competición.
Hubo otros clubes, que nacieron en corporaciones que también se transformaron ampliando sus instalaciones y servicios, pero sin objetivos competitivos, solo para satisfacer la demanda.
La mayor parte de los clubes, sobre todo los vecinales se vieron en dificultades para afrontar la competición de alto nivel, ya que fueron desacomodados por el profesionalismo, la sofisticación de los implementos y el equipamiento, muchas veces alentados por la prensa especializada, y los nuevos roles exigidos para el mayor rendimiento de los deportistas, que encarecieron la competición deportiva hasta niveles demenciales.
A esto se sumó la enlentecida asistencia desde el Estado, ya en pronunciada crisis, y la visión cortoplacista de los que estaban involucrados en el movimiento deportivo: jugadores, técnicos, árbitros y muchos dirigentes.
Ni el organismo rector desde sus estamentos políticos, ni sus departamentos técnicos, ni las autoridades del olimpismo nacional, establecieron políticas nacionales de deporte y educación física, considerando esta coyuntura.
No hubo un modelo sustitutivo para la educación física y el deporte nacional del que fue implementado a principios del siglo XX.





¿DECLINACIÓN DE LOS CLUBES?

Los grandes cambios en el deporte, de los 60, repercutieron en el movimiento clubísta uruguayo, constatándose:

1) La lamentable disolución de muchos clubes por inviabilidad económica, los cuales cuando se disuelven son irrecuperables.
2) Desacertadas políticas de fusión, que por lo general constituyeron lisa y llanamente una absorción, y por lo tanto, la virtual desaparición de uno de los fusionados. Estas políticas fueron alentadas muchas veces desde la prensa, que visualizó el problema desde el deporte espectáculo y no desde la masividad deportiva o la acción comunitaria.
3) Pérdida de dinámica institucional (en muchos casos hasta la casi parálisis), que llevaron a algunas instituciones a no cumplir con sus finalidades, transformándose a veces en simples servicios de cantina y ganándose por tal razón, enemigos en el ambiente deportivo.
4) Algunos de los clubes, en su mayoría de origen vecinal, se transformaron en complejos deportivos de calidad y volumen diverso, sobre todo los que estaban implantados en los barrios de clase media en general. Las razones de esta transformación fueron: * las presiones de los asociados sobre los staff directrices, impulsados por la demanda generada por el boom del ejercicio físico como factor de salud y recreo * la necesidad de financiar las crecientes exigencias económicas de los planteles de competencia y de la organización deportiva federada, con la venta de servicios deportivos y de educación física
5) Hubo clubes que mantuvieron parte de su naturaleza vecinal y autogestionaria y desde esa condición mejoraron las instalaciones, aunque fueron éstas las que requería el deporte de competición, con muy pocas aperturas a otros servicios. Esas mejoras de infraestructura y también de performance deportiva (porque debieron mejorar sus planteles) se debieron a los apoyos aportados por mecenazgo y sponsorización. Ni el mecenazgo ni la sponsorización dan garantías para el desarrollo deportivo por su carácter fluctuante, discontinuo y están ausente cuanto mas se necesitan, que son los periodos de economía retraída.


El personal técnico de la CNEF, determinante en la formación de opinión y también en las tomas de decisión, fue indiferentes a este deterioro del clubismo. Formado profesionalmente desde la ajenidad hacia los clubes deportivos, engendró un prejuicio hacia los mismos.
Esos técnicos y docentes integrados a la función pública y dedicados a ella casi exclusivamente hasta los años 60, ya que en el mercado privado había pocas opciones, incluso en el deporte de competición, no percibieron con claridad la función social y deportiva de los clubes, así como su importancia laboral desde el punto de vista corporativo, sobre todo los que empezaron a brindar servicios.
Los clubes deportivos fueron para aquellos docentes y técnicos “instituciones privadas”, no obstante su indudable espíritu abierto y francamente comunitario de la inmensa mayoría. Aquellos docentes estimaron que los clubes fueron favorecidos con prebendas del Estado, en detrimento de las dependencias oficiales.
Los clubes obtuvieron esos privilegios por cuanto eran liderados por un voluntariado dinámico, y que además era representativo de comunidades con significación electoral: los docentes de las plazas en cambio, respondían a una estructura jerárquica y no podían por tanto, llegar personal y directamente a las cúspides políticas. No tenían por otra parte significación electoral.
De esta manera los clubes, devinieron en enemigos de las plazas de deporte, para el personal histórico de la CNEF en general.



PERFIL DEL CLUB DEPORTIVO URUGUAYO

• Es la célula fundamental del formidable y complejo tejido, que es la organización deportivo-institucional del país.
• No tienen fines de lucro. El plus de los ingresos se revierte en obras, servicios y asistencia de los planteles de competición.
• En su gestación y en su autodesenvolvimiento fue y es determinante la acción del voluntariado, generalmente vecino del lugar donde el club está implantado.
• Son bienes colectivos, sobre los que tienen poder de decisión todos los que reúnen la condición de socios.
• Son plurales por principio; en ellos no se discrimina ni por ideas ni por diferencias étnicas o religiosas ni por condición social.
• Si bien les cabe jurídicamente el calificativo “instituciones privadas”, no tienen las connotaciones restrictivas que habitualmente se atribuye a éstas.
• Revisten distintos orígenes: algunos en colectividades extranjeras, otro fueron la expresión corporativa de algunos grupos sociales (sindicatos, grupos estudiantiles, etc.) otros, los más, nacieron en los barrios de las ciudades del Uruguay y se transformaron en centros de acción comunitaria, trascendiendo el quehacer deportivo para extenderse a otras áreas, sociales y/o culturales.
• Los clubes cuando son la expresión del vecindario de alguna manera lo representan, y se convierten en emblema de ese barrio. El club de esa forma se constituye en un factor de identidad, con todos los componentes afectivos que eso implica, de una zona de la ciudad que dispone de una red formal e informal de vínculos entre los vecinos, que la diferencian. Cada barrio es física y espiritualmente diferente de otro y algunos clubes, expresan con su simbología, esas diferencias.
• Fueron, son y pueden serlo más todavía, si se los potenciara, poderosos agentes de socialización por los valores que preconizan y por el sentido de pertenencia que generan. Hicieron suya la reserva ética del deporte, el fair play, que es desde una macroperspectiva, la cultura de los derechos y los deberes de los ciudadanos.
• Por su relacionamiento están constituidos en red. Con un reciclamiento y puesta a punto y posible extensión de la red clubística, ésta puede constituirse en un baluarte esencial contra la marginación social y otras patologías sociales (drogadicción, violencia, disolución de la familia, etc.).
• Se constituyeron junto a otras instituciones en “escuelas de civismo”, por su funcionamiento democrático, legado por las instituciones inglesas y que propició y consolidó el patrón estatutario que exigió el Ministerio de Cultura..
• Los clubes se han transformado en importantes fuentes laborales, cuando la desocupación del país ha llegado a límites nunca alcanzados (mas del 20%). Ya sea en su faz competitiva, por cuanto el deporte de competencia en su evolución ha creado muchas funciones rentadas; como en su faz socio-deportivo, por la multiplicación de instalaciones y servicios rentados. Muchos clubes, en el medio nacional, son equiparables a grandes empresas, por el volumen del personal que ocupan.
• El deporte espectáculo en el Uruguay, está asegurado fundamentalmente por los clubes deportivos Los eventos deportivos que protagonizan constituyen parte del recreo de los habitantes. Puede hablarse de colapso social en caso de desaparición abrupta de estas entidades.
• La existencia de los clubes permitió la inserción del país en el movimiento deportivo internacional. Esa inserción ha permitido, desde sus inicios el reconocimiento del país como un adelantado en el concierto de las naciones. Las conquistas deportivas de algunos clubes son patrimonio cultural-espiritual de la nación.
• En el patrimonio del movimiento clubístico, la sociedad tanto desde lo público como desde lo privado hizo una inversión material considerable. Cualquier plan de la recuperación de la educación física y el deporte nacional, pasa por el uso de esos bienes de infraestructura.




SURGEN LOS EMPRENDIMIENTOS PRIVADOS

La transformaciones del deporte que se dieron a nivel mundial a partir de los 60 fueron un impacto que desestabilizó a la red de pequeños clubes del Uruguay. Muchas veces contribuyeron a esa desestabilización, los usufructuarios de esos clubes (jugadores, árbitros, dirigentes, etc.).
Como se ha dicho, algunos clubes se expandieron en materia edilicia, a partir esos años, aumentaron considerablemente en volumen de socios y diversidad de servicios, manteniendo las dos finalidades paralelas, prestando una servicio a la otra: la competición, y prestación de servicios. Esos clubes intentaron el aprovechamiento de las nuevas ondas impuestas por el consumismo y el marketing deportivos.
Durante un par de décadas les fue bien a estas instituciones atendiendo esta finalidad.
Lógicamente esta política tenía que resentir los servicios, dejaron de ser competitivos en un mercado donde apareció la empresa privada
Se les acusa de fallas en la gestión, y las hubo, como las que sobrevienen en la administración de una empresa de 100 o más empleados, frente a sus competidoras, generalmente empresas familiares. Entre los errores cometidos pueden señalarse, aparte de la pérdida de calidad, el procurar una diversidad mayúscula tratando de atender la demanda del mercado que a veces no era tal; a nivel de los servicios estos adquirieron una diversidad mayúscula atendiendo la demanda de los asociados y a nivel de competición, se ingreso en el espiral inflacionario del deporte ultraprofesional y cuando no, se abrieron otras opciones competitivas agravando el problema financiero.
Hoy se sostiene la inviabilidad de esos clubes atribuyéndoles su “caída” a problemas de gestión de su conducción superior. Tal vez el tema merecería una investigación mayor, para explicar el deterioro de sus ofrecimientos.
El abastecimiento al deporte de competición cada vez mas inflado, desequilibró cuota social – servicios, por la cual la cuota social se fue haciendo inaccesible a la clase media. Percibiendo esta situación se constata fuertes tendencias en las masas sociales para prescindir del deporte de competición, buscando viabilidad lo que no sería positivo para el país
Las autoridades del deporte no supieron racionalizar y moderar ese frenesí (bien intencionado aunque caótico) de intereses. Debieron privilegiar ciertas ideas fuerza (y ciertos deportes y ciertos clubes) para evitar la dispersión de los recursos y esfuerzos tanto públicos como privados.
Por otra parte, agravando la situación, se registra un mal manejo del concepto de contrapartida desde las autoridades locales. El concepto de contrapartida debe responder a políticas nacionales de deporte y nunca hacer peligrar la subsistencia de los propios clubes. Por el contrario deben tener una actitud de apoyo hacia los mismos.
A los clubes, finalmente les ha salido al cruce otro adversario a sus propuestas. Estas son las nuevas corrientes deportivas, a veces asociadas a la naturaleza, casi siempre de corte individualista . También hay acciones colectivas pero que prescinden de las instalaciones y la formalidad de los clubes.
Los planteles competitivos afectaron de dos maneras los servicios de educación física de los clubes:
1) quedándose con parte importante del plus de los ingresos del club, destinado primariamente para mantenimiento y mejora de los servicios
2) usando para los entrenamientos las mejores instalaciones en los horarios mas requeridos por los asociados
Estos clubes vendedores de servicios afectados en el funcionamiento de los mismos, por las necesidades del deporte de competición, recibieron también el impacto de otros factores:
1) Su equipo directriz honorario se vio superado por la nueva realidad, por cuanto el club vecinal se transformó en un complejo deportivo, en esos casos, con muchos funcionarios, en un mercado cada vez más dinámico. Ese equipo directriz además, integrado generalmente por empresarios y profesionales que aplicaban criterios empresariales severos en sus respectivos ámbitos laborales, actuaban con laxitud de sportmen en la conducción de estas instituciones.
2) Su personal rentado en el nivel operativo, hizo generalmente con sentido corporativo, un desacertado análisis clasista, de los problemas de estas instituciones y actuó durante los conflictos en consecuencia con este criterio. Esta visión que es polémica y que proyectaron sobre la problemática interna de los clubes, resulta inaplicable como esquema interpretativo de los conflictos laborales. A partir de este análisis, los dirigentes de los clubes resultaron siempre la “patronal”, expresión usada por el movimiento sindical en ámbitos privados, cuando los directorios de las empresas, en el esplendor de la industria manufacturera en el Uruguay se oponían a los intereses de los trabajadores, planteando claramente un conflicto de clases.
3) Su personal rentado superior actuó empírica y pragmáticamente en la gestión comercial de estas instituciones, recurriendo –no siempre- a apoyos teóricos autodidácticos.
A todos estos aspectos negativos de la operativa de tales clubes, se debe agregar otro que también afectó su competitividad comercial.
Este otro aspecto a agregar, pertenece a la naturaleza misma de los clubes deportivos, y aún cuando afecta la eficacia de los servicios, es enaltecedor de la acción y los fines del club.
Los clubes deportivos funcionan con órganos colectivos y deliberativos en su parte directriz. Estos órganos coexisten con personal rentado que funciona con líneas de mando vertical.
Estas determinaciones colectivas y muy discutidas, “burocratizadas” por el volumen de la institución implicó un enlentecimiento en la toma de decisiones y una “ pesadez” institucional, que llegó a veces hasta la irresolución..
Estas debilidades de los clubes los colocaban en desventaja para una confrontación comercial con la empresa privada, mucho mas presta y alerta a los cambios del mercado.
La empresa privada descubrió un nicho de ese mercado, que era insatisfactoriamente atendido por tales clubes
La empresa privada aborda el mercado con criterios eficientistas, con legítimos objetivos de lucro, pero sin la nobleza inherente a la misión clubística. Tampoco hicieron una contribución directa al movimiento deportivo –no les corresponde-, que es la razón de ser de los clubes, y que constituye una necesidad para el país sine-qua-non.
Fue en la década de los ochenta que se constata esta irrupción, generalmente protagonizada por microempresas o empresas familiares que en general hicieron inversiones en equipamiento, a veces sofisticados, aunque no en infraestructura, que fue y es abrumadoramente patrimonio de los clubes.
Descubierta la veta provocada por los servicios de educación física, los emprendimientos privados se ajustaron mejor al consumismo, en materia
de educación física. En general han sido mas eficientes que los servicios brindados por los clubes porque

1) La mayoría son atendidas por los propios dueños
2) No realizan grandes inversión en infraestructura, sino se juegan al equipamiento, lo que reduce los gastos
3) No tienen la doble tarea de aportar al deporte de competición
4) Se adecuaron rápidamente a las demandas del mercado
5) Se distribuyeron rápidamente en la zona urbana con capacidad de consumo
6) La finalidad de éstas es el lucro, que es legítimo, y también es una motivación importante.
7) La finalidad del club deportivo es más enaltecedora.
8) Los propietarios en general tienen menos consideración con los fueros profesionales y las leyes laborales

DIVERSIDAD DE LOS CLUBES

Las asociaciones, generalmente de origen voluntario varían ampliamente en cuanto a su tamaño, intereses, actividades y formas de organización.
Esa variedad manifiesta el grado de modernización y racionalización alcanzado por la sociedad que las incluye.
El proceso de institucionalización de algunas asociaciones (en nuestro caso los clubes), puede tener respaldo jurídico o no. En nuestro país, cuando lo tiene, es porque el Ministerio de Cultura le otorgó personería jurídica, o sea que aprobó sus estatutos y está registrado y homologado como un club deportivo, en la dependencia correspondiente de ese Ministerio. Este está facultado para intervenir dichas instituciones en el caso del incumplimiento de sus estatutos.
Jurídicamente son asociaciones civiles sin fines de lucro. El plus de los ingresos se revierte en obras, servicios y asistencia a los planteles de competición.
La red clubista nacional no es homogénea. Los clubes siempre tienen diferencias entre si, por mas que tengan un sustrato común esencial. Esas diferencias son las que hacen a la identidad y al sentido de pertenencia.
Pueden clasificarse de diferentes maneras según las variables que se utilicen, siendo las más usuales:

1) Estrato social predominante
2) Extensión del área deportiva
3) Volumen de socios
4) Si brinda servicios de educación física a los socios
5) Si es mono o polideportivo
6) Por modalidad de competición
7) Por el origen, pude ser vecinal, gremial, empresarial, por colectividad extranjera, por grupo de aficionados o de interés
8) Por la antigüedad
9) Por las realizaciones deportivas




POTENCIALIDAD DE LA RED CLUBISTICA: UNA PROPUESTA


Decía el español Fernando Paris Roche (*) “Uruguay tiene una gran capacidad y tradición asociativa que redunda positivamente en el mundo del deporte. Se estima que en el país existen unos 2.700 clubes, uni y polideportivos, lo cual representa uno de los pilares mas sólidos para el desarrollo del deporte en el presente y en el futuro. Clubes que están muy orientados hacia lo que se denomina el “deporte de competencia”, pero que podrían jugar también un papel destacado en el “deporte para todos”, clubes que se mantienen, fundamentalmente, por el capital humano que supone el trabajo desinteresado de miles de voluntarios...”
“...Hay que tener en cuenta, sobretodo la gran importancia que tiene el movimiento asociativo de pequeños clubes barriales y vecinales (son así el 98% de los clubes) que son la base de muchas disciplinas deportivas...”
París Roche dice en ese trabajo “Hay un documento muy interesante titulado El Club Deportivo y el Deporte Nacional que no tiene referencia de autor ni fecha...” Se lamenta luego el asesor español de no saber su procedencia.
El trabajo al que alude es al presente y que fuera elaborado por los abajo firmantes.

Si la red clubista tuviera un reciclamiento y adecuación a los nuevos tiempos, sería un valioso instrumento para los cambios de la realidad deportiva nacional, ya sea en el deporte de competición, como en el deporte formativo y en el deporte recreo-salud, como también en otras realidades, relacionadas con patologías sociales como se ha dicho.
La red puede tener interesantes proyecciones tanto deportivas como extradeportivas,
esto implicaría un reconocimiento de la red y una inversión planificada en la misma.

Lo que si es claro, es que no se puede prescindir de la red en un plan nacional del deporte y la educación física, por la inversión que efectuó la sociedad en la misma en el siglo pasado.
La red podría ser la base administrativa, técnica y operativa, en principio, de los servicios de educación física de la enseñanza media pública. Se trata aquí de profundizar los viejos convenios.
La profundización implicaría un mayor compromiso del Estado con el club deportivo y una actitud de grandeza desprejuiciada de los actuales docentes, que de alguna forma pasarían a integrarse al plantel de recursos humanos de los propios clubes.
El alumno de la enseñanza media se convertiría de alguna manera en socio del club, con todos los derechos.
La red debería extenderse y adecuarse sobre todo en los barrios de la periferia, que en general son zonas de clubes sin trayectoria y sin instalaciones, o bien carentes de ellos.
Dicha inversión debería efectuarse sobre el principio “desigualar para igualar” lo que quiere decir invertir mas en la parte existente de la red, o en la proyectada ampliación de la misma, que corresponde a las zonas carenciadas, y menos inversión en las zonas no carenciadas, correspondientes a los sectores sociales mas favorecidos.

Esta fórmula posibilitaría lo que hoy no ha sido resuelto por descoordinación entre los componentes del sistema, el pasaje desde el sistema educativo a la competición deportiva federada, asegurando la carrera deportiva de los jóvenes mas aptos y la educación física permanente de los demás, del deporte salud y del deporte recreo.
La red clubista adecuada y extendida hacia las zonas marginales podría ser un instrumento formidable cono agente socializador en la lucha contra la marginalidad.
Todo esto implicaría una potencialización de los clubes deportivos contrarrestando su actual desajuste.
La aplicación de esta propuesta, muy general y carente de los necesarios afinamientos, implicaría una coordinación permanente y estrecha entre las autoridades de la enseñanza (políticas y técnicas), y las autoridades de los clubes las que serían beneficiadas con estas medidas. La coordinación no debería implicar una pérdida de la autonomía de los clubes.
La coordinación sería posible si se efectúa sobre la base de políticas nacionales de deporte y educación física

Con estas medidas, el club deportivo ratifica su condición de institución fundamental del deporte de competición -que es parte del ser nacional- optimizando los niveles competitivos del deporte del país. Especialmente del deporte de base y seguramente con los mencionados ajustes, el instrumento para hacer posible el deporte educación, el deporte salud y el deporte recreo que requiere la sociedad uruguaya, y muchos programas sociales, de carácter general.
La adecuación de la red implicaría una racionalización de lo que actualmente invierte el Ministerio de Obras Públicas en el rubro y los insumos de personal docente provendrían de la Enseñanza Media Oficial
De esto resultaría una positiva simbiosis entre el club y el liceo, entre sus autoridades y sus respectivos personales.



(*) El Prof. Fernando Paris Roche coordinó la Ley Española de Deportes, y fue contratado como asesor por el Presidente de la CNEF, Julio César Maglione, durante su último ejercicio de gobierno (1995 – 2000). en su trabajo El Deporte en Uruguay. Diagnóstico y recomendaciones para su modernización
Tomado de la Revista Nexo Sport de setiembre de 2001

REFERENCIAS:
1. Barrán. José P. Historia de la sensibilidad en la Banda Oriental. Montevideo, 1992

2. Blanco, Raúl. Educación Física , un panorama de historia. Montevideo

3. Castellanos, Alfredo Historia del desarrollo urbano de Montevideo.

4. Corradino, Pedro A.. Historia y Finalidad de la ACJ. Departamento Educacional. ACJ. Montevideo 1976.

5. Muzzetti, José – Eduardo Gutierrez Cortinas. Historia del Deporte en el Uruguay 1830 – 1900. Montevideo, 1965.

6. Odome, Cronología comparada

7. Rodriguez, J.J. Reseña de la Historia de la Educación Física y la Recreación en el Uruguay. Folleto. Montevideo, 1952

8. Sociedad de Gimnasia L’Avenir Revista de los 100 Años

9. Valeta, Antonio Deportes uruguayos. Editorial Higiene y salud. Montevideo, 1941

lunes, 8 de marzo de 2010

“Joaquín Leite Nemes” “MAESTRO” de ACTIVIDAD FÍSICA.

Ejemplo de como pueden hacerse cosas; desde las más pequeñas a las más importantes. No hizo un centro de alto rendimiento, pero inculcó el sentimiento de solidaridad, amistad, fraternidad y amor al trabajo, a través de la ACTIVIDAD FÍSICA, en el barrio del Cerro.

PARA LEER CON ATENCIÓN Y DETENCIÓN.

Enseñanza Secundaria no tenía como ahora Prof. de Educación Física en su Padrón Docente, por lo tanto era la CNEF la que proveía docentes para la asignatura, que no siempre se tomaba muy en serio por parte de las Direcciones de los Liceos.
En la CNEF ingresaban a la docencia los graduados en el ISEF (hoy con rango universitario ). Fui representante de la CNEF en la Comisión coordinadora con Secundaria.
Mi trabajo en Secundaria comenzó el 12 de marzo de 1959, con la inauguración del Dpto. Físico del Liceo Nº2 Héctor Miranda. Al año siguiente pedí para ir al Liceo del Cerro, que era la antítesis del Miranda. Uno todo, el otro nada.
En febrero de 1960 me presenté al Director del Liceo Nº11, el Prof. Don Leandro Bastos Peltzer, con una cantidad enorme de ilusiones, iniciativas y también condiciones.
Durante las dos horas que duró la reunión, no podía creer lo que estaba viviendo. Aquel veterano, pelo muy blanco, hablar pausado y amable, superó en propuestas y entusiasmo lo que yo llevaba, y él me triplicaba en edad.
Creamos un Dpto de E.F con cuatro Profesores; nos incorporamos al plantel de Secundaria, meramente nominal. La asignatura se integró al currículo con sanción; teníamos las mismas libretas que las demás asignaturas y teníamos la obligación de concurrir a las Reuniones ambos docentes del grupo ( Hombres y Mujeres ). Las clases se dictaban en el mismo predio del Liceo y había duchas para utilizar L, M y V niñas y M, J y S varones.

EL BARRIO.
El Liceo fue creado en 1953, con el impulso de la Comisión de Fomento Edilicio y Social del Cerro, un grupo de vecinos que tras arduas gestiones lograron satisfacer la imperiosa necesidad de una población geográficamente aislada pero con una pujanza impresionante ya que la mayoría de sus habitantes trabajaba en los prósperos frigoríficos Nacional, Swift, Artigas, Alianza y Castro, que venían de una época de post guerra que los había proyectado al primer plano de la industria nacional.
Con una población cosmopolita, integrada fundamentalmente por inmigrantes europeos, con predominancia de griegos, lituanos, polacos, yugoeslavos, y también armenios, turcos y rusos, todos ellos provenientes de países donde la 1ª Guerra mundial y algunos de la 2ª, los había marcado a fuego y los había hecho valorar lo más mínimo que tuvieran. Se creó así un conglomerado único en el país por la heterogeneidad de idiomas, costumbres, religión y política. Fueron ellos los que crearon el mito “Villa del Cerro“.

El trabajo en los frigoríficos ocupaba a más de 30.000 personas en forma directa e indirecta, de una población de 70.000. La rápida recuperación europea después del 45, comenzó a crear algunos problemas años más tarde en las fábricas nacionales, frigoríficos, curtiembres, textiles, etc.

Esto activó los sindicatos, como la muy poderosa FOICA (Federación Obrera de la Industria de la Carne y Afines) que veía peligrar sus fuentes de trabajo. Hecho que se concretó con el cierre del Swift en 1959, la creación del EFCSA donde era el Frigorífico Artigas, ahora con participación de 2 obreros delegados en el Directorio, que lo condujo en pocos años al fracaso del proyecto. También cierran el Castro y La Alianza, todos ellos enclavados en el área de la Villa del Cerro.
Esto, además de crear pobreza, cortó el vínculo entre los obreros, que tuvieron que buscar fuera de la zona los medios para el sustento familiar. En muchos casos, provocó el éxodo, permitiendo que otras familias, con otras caracterís- ticas, ocuparan ese lugar, sin el sentimiento de comunidad que se había forjado naturalmente hasta ese momento.

EL LICEO:

El Liceo Nº 11 se instaló en un viejo local de principios de siglo XX que había sido Hotel donde se hospedaban los troperos que arriaban las reses hacia los frigoríficos, y también de otros traficantes que usaban los atracaderos del Cerro para sus negocios. Construcción clásica, un patio central grande con claraboya y piezas que se acondicionaron para aulas.

Con pequeñas reformas se inauguró el liceo en 1953. Si bien el predio era de una manzana, la parte no construida tenía desniveles que impedían su utiliza ción como patio de recreo. Rápidamente fue necesario construir 4 aulas más.
La ubicación del predio no era la mejor pues estaba sobre la costa o sea en un extremo de la Villa, lo que obligaba a los alumnos a un mayor desplazamiento, fundamentalmente los que empezaron a venir de fuera de la zona (La Boyada, La Paloma y La Teja).

El Liceo vino a enriquecer la actividad cultural de la zona, que contaba con un teatro (hoy Florencio Sánchez), 2 cines, una biblioteca, 6 escuelas primarias, dos plazas de deportes y más tarde una UTU. El Liceo Nº 11 rápidamente adquirió su mayoría de edad en la comunidad. Solamente el ir y venir de 800 jóvenes todos los días, cambió las características de la relación social, en la locomoción, con el comercio y con los vecinos.

Se formó una APALC que tesoneramente trabajó en las mejoras y necesidades del Liceo (pintura, ampliaciones, reformas, baños, etc), saliendo al barrio a buscar apoyo, el que siempre llegaba de una u otra forma. Se logró apoyo del Club Rampla Juniors , de la Casa de la Amistad y del Teatro Apolo para dictar las clases de gimnasia los días de lluvia o para organizar festivales y torneos deportivos.
Se organizaban competencias atléticas en las calles y juegos deportivos en los estadios de Rampla y Cerro, con gran asistencia de padres y público en general. En suma, el barrio acunó a su hijo y éste le respondió con cariño y realizaciones. El mejor ejemplo de colaboración fue la construcción de un gimnasio en 1963, en el predio del Liceo, que llevó 3 años hacerlo, y narrar hechos relacionados con esto, llevaría mucho más espacio que toda esta respuesta. Alcanza con decir que los padres colaboraron con un bono anual de $10, que se cobraba en tickets de $1 mensuales puerta a puerta. Los alum- nos de 3º cargaban piedras en la playa en carros tirados por caballos, de algún vecino, para hacer los cimientos del gimnasio. El Varadero del Cerro, el Dique de la Armada Nacional, el Frigorífico Nacional y EFCSA eran fuertes y permanentes colaboradores en el accionar del Liceo.

Todos los conceptos aquí vertidos, pasan por mi subjetividad inevitable, ya que en lo profesional, 36 años como funcionario, fueron los más plenos de realizaciones, de crecimiento y de ofrecimiento hacia los alumnos.
“VIVÍ” en el Liceo del Cerro desde febrero de 1960 hasta noviembre de 1969.
Conocía a la totalidad de los alumnos, directa o indirectamente a través de mis colegas con los que mantenía reuniones semanales.
La asignatura se presta para otro tipo de relación con el alumno, diferente al docente en el aula. Teníamos la gran ventaja de tener 20 o 24 horas semanales concentradas en el Liceo, lo que nos hacía ver a todos los alumnos todos los días.

Creación de las Actividades Físicas Deportivas obligatorias para el primer nivel.

El aumento del horario de permanencia en el Liceo, con materias y actividades variadas creó un mayor arraigo a la casa de estudios. Por otra parte, todos los fines de semana organizábamos una actividad competitiva.
Un capítulo aparte merece la consideración de las A.F.D que se realizaban al final del horario.

En el Liceo 11 se llegaron a crear 43 actividades diferentes, todas ellas con gran participación de alumnado, desde deportes, primeros auxilios, fotografía, cerámica, carpintería, estudio de la naturaleza, ajedrez, hasta literatura, francés, inglés, declamación, narrativa, teatro, coro, etc, etc.

Se formaron Clubes de Deportes organizados en la Liga Deportiva liceal. Cada grupo liceal formaba su Club, con un nombre, emblema, himno, hurras, autori- dades (Presidente, Secretario y Tesorero) y un delegado a la Liga, todos elegidos por los integrantes del Club. Todos los Clubes debían presentar a la Liga, mensualmente, un álbum deportivo que era evaluado por los docentes que integraban la Liga.

El álbum se formaba con todo aquello que tuviera que ver con el deporte.
Pero éstos Clubes además participaban como tales en las jornadas de Teatro, concursos de Murgas, Canto popular, bombardeo de conocimientos (coordinado con todas las asignaturas y evaluados por el docente de la materia) y debates sobre los más variados temas (un defensor y un fiscal, los profesores eran jueces).

En el área estrictamente deportiva, se competía en: Voleibol, Básquetbol, Handbal, Atletismo y juegos predeportivos como endbol, pingball, perúfutbol, futbasebasquet, manchado, voleibol gigante y softbol.

Todo esto se realizaba los domingos y feriados con la participación de 400 alumnos (niñas y varones) y más de 10 docentes de Educación Física, adscriptos y docentes de algunas asignaturas; en el predio del Liceo, la calle, el monte de eucaliptos y la playa.

En vacaciones de julio, organizábamos campamentos mixtos de 8 días a las instalaciones de la CNEF en Parque del Plata. Ahí llevábamos 100 alumnos y 12 docentes. La alimentación era proporcionada por el INDA, Subsistencias, Frigoríficos y Comercios de la zona, todo por gestiones realizadas por los alumnos en el barrio. Los padres colaboraban en la recolección de alimentos, locomoción y nos reuníamos previamente con ellos varias veces.

La locomoción hasta el Campamento la aportaban gratuitamente los padres que tenían camiones o el Ejército. La Dirección del Liceo era el aval para toda la gestión a la vez que participaba en todo directamente. Se organizaban festivales deportivos en los Estadios y con danzas folclóricas enseñadas en las clases de Educación Física. Las clases de Educación Física eran simultáneas para niñas y varones, cada uno con su profesor, y parte de la clase se desarro- llaba en forma mixta (ritmos y danzas y juegos recreativos). La ducha era obligatoria. En febrero de 1963 se construyó entre funcionarios del Liceo y algunos padres el vestuario femenino.

Esto último, porque se confeccionó para cada punto a evaluar, una serie de juicios de los cuales el profesor debía escoger el que mereciera el alumno.
A pesar de la muy difícil situación político social que se vivió en la década del 60, de la cual no escapó la actividad estudiantil, más, fue co-protagonista, en el Liceo Nº 11 gracias a la magistral batuta de su Director, el Prof. Don Walter Andrada, se mantuvo la unidad, el espíritu de cuerpo y el esfuerzo por llevar las cosas adelante, aún participando muy activamente y a veces violentamente en los hechos de 1967,1968 y 1969.

En el Liceo Nº 11 se logró el máximo exponente entre los liceos piloto, por la entrega de sus docentes, por las características del barrio y por la inteligencia de su Director. Personalmente, tuve el honor de ser el representante de todo el cuerpo docente en la APALC durante varios años así como en las asambleas del Art. 40.

Probablemente lo expresado les sirva de muy poco, pero confieso que es tal la avalancha de recuerdos que me es difícil ordenarlos, expresarlos y tal vez viví solo el comienzo, hasta el año 69 inclusive, en el que todos pusimos el alma en un plan de estudios que ofrecía inéditas posibilidades de desarrollo personal del alumno, apenas el docente se lo propusiera.
En lo personal, me apropié de una expresión de Juvenal. “Educa como si todo dependiera de ti”, o sea, no busque excusas para dejar de hacer lo que tienes que hacer: EDUCAR.

jueves, 4 de marzo de 2010

RESPONDIÉNDO: A quién le interesa de verdad la vida sana en nuestro país?

En la edición del 18 de febrero de Búsqueda, aparece en carta de los lectores con el título “El deporte”, una nota firmada por el Director División Deportes y Recreación de la Intendencia de Soriano Lic. Javier Zerauz. Y afirma: “sólo tienen como objetivo poner arriba de la mesa un tema que, estamos convencidos, se habla mucho y se hace poco porque: ¿A quién le interesa de verdad la vida sana en nuestro país?”

Reconozco que el tema no es de amplio conocimiento, sin embargo, fue manejado por las autoridades del Ministerio de Salud Pública actual. De ésta misma página de Búsqueda, desde hace años, he intentado promover al igual que Ud., políticas en dirección de la promoción de la actividad física. Uno de los argumentos a destacar son los costos económicos que significa no llevarlas a cabo, y Ud. lo manifiesta acertadamente en su carta. Aunque desconocemos las cifras que maneja Ud. para nuestro país, su interpolación puede ser válida.

Las actuales autoridades del Ministerio de Salud Pública, Dra. María Julia Muñoz, en conocimiento de ello designó una comisión para trabajar en el tema. Estaba compuesta por el Director Departamental de Salud de Colonia, un Director de la Dirección Nacional de Deportes (DINADE) y el que suscribe. La comisión sesionó solo en tres ocasiones y no se llegó a ningún acuerdo. El Director de DINADE y su amigo el Director Departamental de Salud de Colonia, traían un plan elaborado llamado “Promover”, y querían que se aprobara sin modificaciones. Por lo que renuncié de inmediato.

Le ruego a Ud. leer el Balance 2008 del Ministerio de Turismo y Deportes en el capítulo de LOGROS, lo correspondiente a DINADE (pág. 28 y subsiguientes) dónde aparece mencionado el Plan Promover como un logro realizado. Nada más lejos de la realidad, ni se llevó a cabo, ni tuvo andamiento alguno. Sí Ud. o cualquiera de los lectores desean leerlo, se lo puedo hacer llegar mediante correo electrónico. Es claro que el Ministro de Turismo y Deportes con tantos éxitos en su cartera, no tuvo tiempo de controlar lo que pasaba en una dependencia suya. Ni que hablar del despilfarro econó mico realizado en el Estadio de la Playa Pocitos, o del proyecto de “Plazas de Deportes del Siglo XXI”, etc. Se lo menciono porque Ud. es Director de la división Deportes en Soriano y estas cosas debe saberlas, pero muchos lectores no tendrán conocimiento.

Para mayor información le sugiero vea “Guía para el abordaje integral de la salud de adolescentes en el primer nivel de atención”, del MSP., encontrará allí a partir de la página 51 en delante una serie de conceptos erróneos, desde la definición en delante, que nada tienen que ver con el tema. Le muestro este ejemplo negativo para observar la diferencia entre una propuesta política, técnicamente viable y otra que no lo es.

Pero en lo Departamental, ¿cómo andan las cosas? Debo entender que Ud. cuenta con el apoyo del Intendente de Soriano y le habrá transmitido sus inquietudes. Estos concep-
tos pueden desarrollarse a nivel departamental y sería de gran utilidad para la comuni- dad toda. Una de las grandes ventajas que tiene es que no tienen costos, involucran a la
población, son avalados científicamente, cuentan con el respaldo de la comunidad internacional y se desarrollan en otros países de muy diferentes regimenes políticos.
Lo más importante es la Voluntad Política para llevar adelante éstas propuestas.

En otro capítulo se encuentra la actividad física como un elemento, dentro de un grupo importante de materias, de inclusión social. También desde éstas columnas de Búsqueda nos hemos referido a él pero déjeme tomarlo como ejemplo. La Presidencia de la República, no la DINADE, impulsó el “Plan Knock-Out a las Drogas” para la inclusión social, excelente pero totalmente insuficiente. Ud., convendrá conmigo que al igual que el boxeo existe una infinidad de actividades físicas, laborales o culturales que permiten lograr tal finalidad. Que no es necesario ni aconsejable que venga el Sr. Maradona a decirnos como proceder con la droga, la exclusión social, o la delincuencia.
Déjeme por último, en forma breve, dejarle unos ejemplos de Instituciones que están funcionando en Uruguay: streetfootballworld network, Unión Olympic Dream, Proyecto Tatami, y existen más. Es sólo un ejemplo; cuando las cosas no se perciben de arriba, los ciudadanos se organizan y buscan salidas a sus necesidades.
Espero dar respuesta parcial a su pregunta inicial.

Dr. Yamandú Gillman

martes, 2 de marzo de 2010

¿A quién le interesa de verdad la vida sana en nuestro país?

Lic. Javier Zarauz
Director División Deportes y Recreación Intendencia de Soriano

Luego de haber leído con dedicación los libros: “Pepe Coloquio” de Alfredo García editorial Fin de Siglo, “El Sueño del Pepe” de Samuel Blixen editorial Trilce y “Trece años en 21 reportajes” editorial Fin de Siglo Colección Búsqueda, en ese orden, encontré muy poca o casi ninguna referencia de nuestro electo presidente (salvo en su viaje a China) relacionadas con el deporte, la recreación y el movimiento físico como forma de considerar, no sólo que los uruguayos tenemos que producir conocimiento basados en la creación de un país “agrointeligente” sino que a ese cerebro hay que dotarlo de un cuerpo sano que lo sostenga para no seguir alimentando “una cultura sin manos y sin piernas”.

Por lo antes expuesto solicito tenga a bien publicar, si lo entiende de interés para sus lectores, en la sección Cartas al Director de su Semanario, las siguientes reflexiones que sólo tienen como objetivo poner arriba de la mesa un tema que, estamos convencidos, se habla mucho y se hace poco porque:

¿A quién le interesa de verdad la vida sana en nuestro país?
Tengamos en cuenta que los uruguayos podríamos pagar la deuda externa en un poco menos de 15 años a través del deporte, la recreación y el movimiento físico como herramientas de prevención en salud.

Es conocido por todos que un altísimo porcentaje de las enfermedades y problemas de salud de nosotros los uruguayos son provocados por el ocio y el sedentarismo. A saber: Diabetes, Hipertensión, enfermedades Cardiovasculares, Obesidad, Adicciones en general: alcohol, cigarro y drogas incluyendo las de “receta verde”, adicción a Internet y videojuegos, Ludopatías, Depresiones, Stress, problemas Osteo articulares en el adulto y en el adulto mayor, baja autoestima, crisis de identidad y pertenencia, etc. etc.

Calculando que alguna de estas enfermedades afecta a, por lo menos, el 50% de la población (se estima que es entre el 60% y el 70%) y teniendo en cuenta que el Departamento de Soriano tiene 80.000 habitantes y considerando que cada una de estas personas afectadas por alguna de estas enfermedades gastaría por mes, aproximadamente, un mínimo de U$S 50 lo que haría U$S 600 por año por lo que las 40.000 personas afectadas gastarían anualmente U$S 24.000.000 (veinticuatro millones de dólares)

Si traspolamos estas cifras, mínimas, a nivel nacional nos encontramos con que el Uruguay gastaría por año U$S 960.000.000 (novecientos sesenta millones de dólares) Tengamos en cuenta que Montevideo es el doble del interior del país y así lo consideramos.

En el supuesto ideal que pudiéramos ahorrar el 100% a través de la vida sana en base al ejercicio físico (recreación, deporte y educación física) y la buena alimentación, en un poco menos de 15 años estaríamos pagando la deuda externa que está, hasta dónde conozco, en 12.000.000.000 (doce mil millones de dólares)

No entramos en consideraciones de enfermedades que son consecuencia de la mala alimentación, aparte de la obesidad, porque no hace a nuestro tema directamente, pero sería interesante que los especialistas a los que les correspondiera analizar este tema pudieran tomarse el trabajo de, por ejemplo, calcular los costos que ocasionan las enfermedades bucales (caries principalmente), gastritis, úlceras y cánceres de estómago o intestino.

Un par de preguntas finales: ¿qué estamos haciendo, qué estamos pensando y qué deberíamos hacer al respecto?, ¿cómo habría que hacerlo?, ¿a quiénes les correspondería hacer?, ¿cuánto le corresponde a una política nacional en este tema resolver?, ¿cuánto a lo departamental?, ¿cuánto al sector público y cuánto al sector privado?

Porque pienso que coincidiremos en preguntarnos, unos y otros, que la vida sana basada en la prevención, en nuestro país, ¿a quiénes le interesa de verdad?

Agradezco al Lic. Javier Zarauz el aporte, publicado en Búsqueda el 18 de Febrero del 2010.

domingo, 31 de enero de 2010


”Taekwondo para la vida”

Estimado:

Ya le envié un punteo sobre el proyecto “arrimate al deporte” del Mides en coordinación con el Ministerio de Turismo y Deportes, y la IMM. Donde hago afirmaciones que a los ojos de algún compañero pueden parecer versos de un voluntarista.
El MIDES ofreció pagar 80 horas docentes, de un licenciado de educación física, con un presupuesto de $ 8000, y el aporte de $ 22 000 para materiales deportivos.
Con este presupuesto había que armar un proyecto piloto de dos meces de duración, con el objetivo de incorporar niños y adolescentes a una experiencia deportiva, en forma totalmente gratuita. (ver pagina del MIDES). Utilizando instalaciones estatales o privadas, preferentemente inutilizadas o sub utilizadas.
Tomando como base la experiencia de nuestro proyecto ”Taekwondo para la vida” ., por sus objetivos y desarrollo, realizamos tres meses de actividad , tres horas diarias, tres veces por semana , totalizando 118 horas docentes reales de clases dictadas.
Participaron de la actividad 113 niños en edad escolar. ( Nos habíamos planteamos un objetivo de 75 niños)
Se incorporaron 6 referentes adolescentes entre 12 y 15 años que participaron en la planificación, desarrollo y evaluación de la actividad, como también así en la enseñanza técnica de la disciplina deportiva específica.
Tres referentes adultos realizaron la coordinación entre las instituciones privadas y estatales involucradas. (MIDES, COVIMT 10, COVINE 7, centro de enseñanza de Taekwondo Olimpyc Dream, Escuela pública Nº 56, el Liceo 57 no pudo participar por la negativa de secundaria de dar la autorización)
Alrededor de 20 padres apoyaron la actividad colaborando en la limpieza y acondicionamiento del local, (la puerta de entrada principal estaba clausurada, faltaba iluminación, baños incompletos por vandalismo, goteras en el techo) como también así en las actividades festivas del fin del proyecto. Todo esto fue logrado sin publicidad en los medios de comunicación, apenas un volante mano a mano en la escuela y en el barrio.
Haciendo un balance económico de la inversión realizada por el MIDES, (las cuentas del bolichero), el costo fue de $90 mensuales por niño, ya que el local, la luz, agua y limpieza del mismo corrió por cuenta de COVINE 7 y los padres. Los materiales más costosos, los pisos de goma y la mayoría de las protecciones personales imprescindible para la practica deportiva, la aporto “Olimpyc Dream”, la actividad final fue realizada completamente con donaciones, desde los refrescos hasta el audio.
Seria bueno poder comparar los costos de otros emprendimientos deportivos similares, a los efectos de determinar la eficacia de las inversiones, de acuerdo a los objetivos.

Para nosotros es una experiencia exitosa, que supero las expectativas previstas. Aunque fue acotado en el tiempo, tanto de desarrollo, como de planificación del mismo, en ningún momento fue improvisado. Corresponde al Mides realizara las evaluaciones correspondientes y darle la continuidad necesaria.
La idea es que esta experiencia se repita en el 2010, era la expectativa de todos los padres, podemos desarrollar el proyecto durante todo el año, para ello es necesario hacer la planificación de actividades y horarios. Es imprescindible definir la continuidad de la experiencia antes de comenzar el año lectivo escolar, a los efectos de comprometer para la actividad al profesor referente del mismo, de otra manera tomara horas en otro centro escolar y chau referente. Esto también tiene que formar parte del cambio de paradigma, no podemos esperar a mediados de abril para empezar a planificar la actividad del año.
El 17 de febrero, festejando el carnaval, se realizara el corzo barrial en General Flores y Corrales, decidimos participar en el desfile con nuestros deportistas, 40 gurices ya están preparando
el evento, (usted preguntara que tiene que ver el carnaval con el deporte).

FELICITACIONES: ES LO QUE YO PIENSO Y DEBE HACERSE.
EL CARNAVAL ES ACTIVIDAD FÍSICA.

Sin poder acceder a los medios de comunicación (diarios, tv, radio) con la propaganda de nuestra actividad, a las 5 mil personas del barrio que se van a juntar ahí, podremos mostrarle las destrezas de nuestros pequeños atletas, como una forma mas de promocionar el deporte.
Saludos
Luis

EXCELENTE LUIS, EXCELENTE.

sábado, 30 de enero de 2010

GESTIÓN SOCIAL. EJEMPLO A IMITAR.

Estimado Yamandu:
Excelente análisis de la realidad del deporte que nos toca sufrir.
Quienes trabajamos desde el llano en barrios populares entendemos de que
habla, desde mi condición de practicante de un deporte, sin ser un profesional
del mismo, pero que entiendo la formidable herramienta para enseñar valores,
convivencia, solidaridad,
en una sociedad que promueve el individualismo a ultranza.
Desde hace tres años desarrollamos un proyecto deportivo con el paradigma que
usted propone, por donde pasaron mas de 500 niños y adolescentes. Manteniendo
permanentemente 150 practicando, entre los 5 y los 56 años de edad. Tenemos
una excelente relación con la comunidad donde actuamos, la directora de la
escuela, que ve los resultados en el rendimiento de los niños que practican
deportes, las cooperativas de vivienda que nos ceden los salones comunales,
hasta el panadero de la esquina que ve a los gurices lejos de la droga y el
alcohol.
Todo cambia cuando tenemos que golpear las puertas de la IMM, del ministerio
de deportes, de secundaria. Ahí nos mata la burocracia, salvo honrosas
excepciones.
Los estadios deportivos comunitarios hechos con los dineros de de los
contribuyentes, solo están disponibles para las federaciones deportivas, o para
empresarios del espectáculo.
Hemos logrado combinar el deporte como lo practicaba yo cuando era niño, por
el placer de jugar, con el desarrollo de los talentos que tienen condiciones o
quieren buscar la excelencia. En un universo de 150 niños y adolescentes hay 20
que realizan un entrenamiento diario orientado a la competencia, pero que están
completamente amalgamados, donde todos se sienten parte de los logros de los
más avanzados.
Contamos con un excelente profesional, no solo del punto de vista técnico,
también del punto de vista humano que dirige el proyecto, un puñado de padres
incondicionales, estamos tratando de incorporar un sicólogo deportivo, un
medico deportologo, una dietista, para poder atender en forma integral a los
niños, pero no es fácil con solo el aporte de los padres.
Nuestro proyecto fue seleccionado por el MIDES dentro del programa “arrimate
al deporte” Una experiencia formidable de gestión social, a la que le falto
coordinación de los que la promovieron IMM, MIDES, Ministerio de deportes, y
estamos esperando una evaluación del mismo.
Le paso la dirección de nuestra página http://www.unionolympicdream.es.tl/
Desde ya agradezco su aporte, nos da ánimo para seguir peleando.

Un abrazo Luís

LUIS: TOTALMENTE DE ACUERDO CONTIGO.
DEBEMOS SEGUIR BREGÁNDO, SÉ QUE HAY MUCHA MAS GENTE QUE PIENSA Y HACE.
JUNTARNOS, APOYÁRNOS, Y SEGUIR LUCHÁNDO.